Novena Sinfonia Ángelical

Podría tirarme a dormir
o bien salir a caminar para mojarme con la lluvia
-en realidad no me mojaría, me completaría de eternidad-
y ser un buda entre las calles parecidas de la vida Moderna.
Son las 3:05 de la tarde de un jueves lluvioso,
los violines se mezclan con las voces de los Ángeles y no tengo ganas de llorar
mas bien ganas de comunicarme con mi ser superior
y atravesar enseñanzas de estrellas cósmicas y tiempo no lineal.
No tengo dinero, no lo necesito
mis cigarrillos se conforman de tabaco y papelillos mojados
mis bienes son tres mil pensamientos sagrados por segundo y un sinfín de libros leídos o espiados en los sueños donde los espejos se meten entre mi piel y conformo parte de una tribu indígena de las galaxias y todo lo vemos como santo,
para mezclarnos ocultos con el pasto y perdernos en las horas de los cuerpos y miradas tristes.
No aplaquen a las almas, no traten de exterminarlas
no intenten siquiera mecanizarlas con sus futuristas computadoras
y chips inteligentes de INTELIGENCIA ARTIFICIAL
no quieran comprar su Tiempo con 800$ mensuales
no las lleven a levantar Banderas Capitalistas o Comunistas
Nosotros los Santos no conocemos de Estados ni Banderas
no conocemos políticas, ni de Bombas Nucleares
no incentivamos el Hambre Mundial
entontamos la novena sinfonía del maestro Sordo de la música para Ángeles.
Vuelve mi lucidez con cada gota de eternidad sobre mi cabeza rapada
mis piernas, movimiento continuo de expresar un estado de ser
camino consciente de ser, no veo el futuro, no veo el pasado
me alieno del Dolor impuesto por los Presidentes
me sumerjo en la nube de no Tiempo que tan ingenua parece a la vista de los cómplices del futuro destructivo.
MI Tierra, MI Cuerpo, MI Alma
Todo es lo mismo, todo es la misma y eterna consciencia de las estrellas.
Quiero fumar, o tomar vio tinto para festejar la nada
Somos uno de nuevo, la nada y yo, yo y la nada.
Las horas rebotan en mi huevo luminoso de ser y caen de lleno sobre Flores de Celofán ¿Acaso Odian a la Naturaleza?
Debo irme, afuera a la calle, debo correr a la Biblioteca Solar y encontrarme con Amigos un jueves lluvioso para ser Budas Solares de la Tierra en las calles parecidas de la Vida.